martes, 31 de diciembre de 2013

Año nuevo

Noticia Cierta

En estos momentos, aquellos que vivimos en América estamos preparando los festejos de año nuevo. Preparación que puede incluir gran diversidad de actividades aunque quizás la más reiterada sea la limpieza exhaustiva de aquellas casas que han sido elegidas para hospedar familias enteras. Porque es bien sabido que a ningún anfitrión le gusta que su casa esté poco presentable. Claro que en algunos casos, con un poco de exageración limpian hasta los adornos y corren apurados para poder completar el proceso antes de la llegada de los primeros invitados.
Sin embargo tienen que saber una cosa, ya es tarde. El año nuevo ya llegó y lo saben bien los Australianos, incluso algunos rusos audaces de esos que viven en las costas del Estrecho de Bering. Ya brindaron, se saludaron, tiraron todos los fuegos artificiales que tenían. Incluso hace un par de horas están durmiendo.
Y sí, acá en occidente el año puede ser muchas cosas pero de nuevo no tiene nada. Hecho claramente injusto y que me hace pensar que la comunidad internacional debería considerar ir rotando, año tras año, la polémica línea del cambio de día. Supongo que no será difícil convencer a todos los pobres que viven por ahí, ya que no debe haber muchas cosas tan molestas como remar unos metros y que los lunes se transformen en martes.

sábado, 28 de diciembre de 2013

El otro incendio

Ficción

Y se vino la ola de calor. Buenos Aires es un horno por estos días. No uno a gas ni tampoco uno eléctrico. No sirve para cocinar bizcochuelos pero las ideas queman y la tasa de transpiración de la población creció increíblemente. Yo acá estoy, pelado. No, todavía no se me cayó todo el pelo, sucede que durante la tarde de ayer me pasó algo de lo más ridículo.
Estaba trabajando en el escritorio con mi computadora portátil. Las gotas de sudor se deslizaban por mi frente, por mi nariz, se me metían en los ojos. En cierto momento me di cuenta de que la computadora estaba muy caliente. Tuve que alejar un poco las manos para no quemarme. E Ignorando las advertencias de los fabricantes, que siempre establecen un rango de temperatura para el uso de una máquina, no detuve mi inspiración. Seguí escribiendo lo más rápido que pude.
Cuando ya me quemaban las yemas de los dedos retiré apurado las manos del teclado. Noté que comenzaba a salir humo de la computadora. A los pocos segundos una pequeña llama naranja se asomó por debajo de las teclas. ¡Mi máquina estaba prendida fuego! ¡Mi trabajo estaba a punto de perderse en una veloz oxidación de los materiales que lo alojaban!
¿Si me quedé pelado por el estrés? No, realmente hacía mucho calor. Y estaba tan preocupado por mi computadora que no alcancé a darme cuenta de que el pelo se me había encendido también. Para cuando metí la cabeza debajo de la ducha, sólo quedaban unas cuantas hebras.

martes, 3 de diciembre de 2013

Teorema de los besos

Divague

Hace tiempo, durante una fiesta de cumpleaños, surgió la cuestión de cuántos besos nos habíamos dado entre todos para saludarnos. Así que tuve que poner manos a la obra y en principio me equivoqué de lo lindo. Es que abordando el problema de los besos como una cuestión del arte de la combinatoria, pensé inicialmente que la cantidad de besos que se requieren para que todos los individuos en una fiesta se saluden es la cantidad de personas presentes multiplicada por todos los enteros positivos precedentes (es decir, factorial del número de invitados). Rápidamente me di cuenta de que no era posible que en una fiesta con diez personas fueran necesarios más de tres millones de besos, por lo que tuve que revisar el problema.
Hoy estoy en condiciones de resolver la cuestión con el Teorema de los besos, escrito que enuncia la expresión matemática que permite conocer, a partir del número de personas presentes en una fiesta, la cantidad de besos necesaria para que todos se saluden entre sí.
Se trata de una sucesión simplísima. El número de besos necesario para que todos se saluden entre sí será igual a la cantidad total de invitados multiplicado por la cantidad de invitados menos uno, todo eso dividido dos. Téngase en cuenta que el beso se define como el saludo entre dos personas que incluye los dos típicos ruiditos producidos por los labios de uno sobre el cachete del otro.

Puede descargar la formalización del teorema, click aquí.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Hipo

Intento Fallido

Ya duele. Es que una contracción involuntaria del diafragma y algunos músculos intercostales no es gran cosa. Pero su repetición rítmica y continua en forma de hipo es otro problema. Sobre todo cuando son las tres de la mañana y uno se despierta incómodo, sabiendo que tendría que estar durmiendo.
Otra vez. Así no se puede dormir. Tomo una decisión difícil pero necesaria. Medio despierto decido luchar contra el hipo y para vencerlo recurro a técnicas populares tradicionales que poco tienen que ver con la medicina. Aguanto el aire un rato. Lo retengo adentro mío y empiezo a sentir que el cerebro me comenta: respirá que nos morimos. Y justo antes de tomar aire de nuevo, otra contracción del diafragma. El hipo gana 1 a 0. Me levanto y voy hasta el baño. Aguanto el aire otra vez y al mismo tiempo tomo siete tragos de agua. Espero. Me ilusiono. Vuelve a aparecer el hipo, que gana 2 a 0.
Me siento en el suelo, sin ganas de pelear. Quiero dormir pero así no voy a poder. Me distraigo pensando en lo lindo que sería estar durmiendo y de repente me doy cuenta de que el hipo desapareció. ¿A dónde habrá ido? Vuelvo a acostarme con una sensación de triunfo, aunque el hipo haya ganado el partido.
Para cuando termine de desayunar, unas seis horas más tarde, el hipo estará de regreso y esta vez no se irá tan fácil.

jueves, 31 de octubre de 2013

Divorcio geográfico

Hecho

Un divorcio en 1918 es bastante raro, así que vamos al europeo comienzo del siglo XX. En este caso, quienes se divorcian son longevos. Una pareja que disfrutó hace apenas dos años de sus bodas de oro. Creemos a veces que si dos enamorados han logrado aguantarse mutuamente por cincuenta años, ya nadie los puede separar.
Pero todo puede desgastarse. Y si bien no conocemos las causas específicas en este caso, podemos imaginar muchas. Posibles infidelidades, por ejemplo. Incluso podrían existir sospechas más o menos fundadas de uno de los novios, que erosionando la confianza de la pareja produzcan consecuencias irreversibles aún sin que hayan existido hechos concretos.
La economía también puede llegar a ser algo peligroso. Claro que en 1918 todavía no existe una desesperación tan marcada por el consumo de productos inútiles. Aunque sobran ejemplos en la historia de adictos al juego que comprometen el futuro de su familia después de ridículos intentos de recuperarse en una sesión de timba. También están los que yendo a lo seguro se gastan toda su fortuna en el máximo posible de medidas de whisky.
Por supuesto está el tema de los límites. Que vos llegás hasta ahí y yo hasta acá. Que no pases tal línea porque te declaro la guerra. Que tu mapa no es exactamente como el mío. Este tipo de conflictos crea una increíble cantidad de empleo para los agrimensores, que con sus teodolitos tienen que recorrer el territorio de la pareja intentando descubrir quién tiene razón.
Supongo que para conocer las causas de esta ruptura tendríamos que estudiar historia. Lo cierto es que a partir de hoy, Hungría se separa de Austria.

martes, 29 de octubre de 2013

Cálculo avanzado

Ficción

La cuestión es hacer bien el cálculo. En este caso, la precisión que requiere el objetivo, no permite desestimar ninguna variable. Saben ustedes que siempre se simplifican las cosas cuando uno puede olvidarse del rozamiento con el aire. La gran mayoría de las veces, la simplificación del problema, aún cuando lo aleja muchísimo de la realidad, nos permite seguir teniendo razón. Porque quién va a discutir un error de diez centímetros en quince o veinte metros.
El problema para Jorge es precisamente que el desestimar el rozamiento del aire, en su caso cambia el problema por completo. De hecho, el éxito de su misión depende en gran medida de este fenómeno físico. Cualquiera de nosotros al ver cómo se complica el álgebra de la física cuando nos metemos con los fluidos seguro decidiríamos hacer el cálculo asumiendo que estamos en el vacío. Incluso el objeto al cual Jorge está por aplicar una fuerza sería pensado como un mísero puntito por nosotros. Pero Jorge necesita considerar la rotación de esa pequeña esfera sobre su propio eje. Incluso la rugosidad de la pelota toma cartas en el asunto.
Estamos a veinte metros sobre el nivel del mar, así que las pelotas doblan. Jorge, en apenas unos segundos, intentará golpear la pelota de tal forma que comience a girar sobre su propio eje además de desplazarse para adelante. La masa de la pelota es tan pequeña que puede ser muy afectada por la diferencia de presión que vaya a producirse entre el aire de un lado y el otro. Es que cuando gire afectará la velocidad relativa del fluido con respecto a su superficie de distinta manera en ambos lados. Se sumará también la fuerza de rozamiento entre la pelota y la mesa, cuando esta pique. Y tendrá que hacerlo dos veces para que Jorge gane el punto.
Ahí va. Jorge lanza la pelotita hacia arriba y la impacta con la paleta. El primer pique es casi inmediato. Podemos ver como la trayectoria se desvía hacia la izquierda. El segundo pique se produce muy cerca del borde de la mesa. Su contrincante se estira, pero no la alcanza. Jorge gana once a siete.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tercer Aniversario

Noticia Cierta

Mil noventa y cinco días después de que Percepciones de la Ignorancia apareciera en la red y se escondiera en algún rincón de los miles de servidores de una de las empresas más grandes del mundo, el blog literario sigue vivo. Es cierto que se muestra mucho menos activo que en sus primeros meses de vida, pero ha conseguido mantener la continuidad publicando al menos una vez por mes.
Después de tres años, creo que puede decirse que ha logrado construir su propio estilo. Aún cuando las publicaciones son variadas y su forma no es siempre la misma, comparten la mayoría de sus recursos literarios.
Los dibujos que siempre acompañan a las letras, siguen presentando la misma paleta de colores de siempre, son construidos en base a alguna imagen relacionada con el texto y después procesadas digitalmente con herramientas muy propias de la música (superposición, inversión, retrogradación).
El tiempo pasa y las letras y los colores se acumulan. Y si hay cumpleaños, puede haber pedido de regalos. Así que el blog les pide para este año su voto en el concurso “Blog Literario 2013”. Si alcanzaron este renglón, ya pueden viajar hacia la votación. ¡Click Acá!

lunes, 16 de septiembre de 2013

Método puntual

Divague

La impuntualidad es un problema frecuente, al menos fuera de Suiza. Y si bien muchos no tenemos tan buenos relojes, no hay que dejar de considerar que en los países subdesarrollados suelen intervenir un sinnúmero de variables en las repetidas llegadas tarde de la gente. Es muy difícil llegar en el minuto correcto a un lugar cuando el colectivo nunca pasa a la misma hora, los trenes siempre se atrasan, las barreras no se abren, los semáforos se apagan y las viejitas se te cruzan.
Propongo entonces un nuevo método de fijar tiempos de encuentro. Un recurso atrevido que no está lejos de ser una avivada. Se trata de decir un solo número. En vez de arreglar juntarte con alguien a las diez y diez, podés decir a la hora diez o en el minuto diez. Ahora bien, respuestas con consecuencias tan distintas merecen un análisis atento.
Podríamos asumir que comienza a existir impuntualidad cuando el módulo del atraso o adelanto (esto depende del sistema de referencia) de nuestra persona con respecto a un evento previamente arreglado es de cierta cantidad de tiempo. Sin embargo, aún cuando entre las diez y cinco con cincuenta y nueve segundos y las diez y seis con uno, sólo pasaron dos míseros segundos, sólo en uno de los casos son las diez y cinco.
Tomemos como unidad de encuentro la décima de segundo. Esto muestra instantáneamente que tenemos 600 oportunidades de presentarnos en un cierto lugar a las seis y veinte. Son muchas, pero la experiencia indica que no alcanzan.
Ahora bien, si sólo decimos un número y arreglamos para la hora cinco, siempre dentro del mismo día, contaremos con 36.000 oportunidades de ser puntuales divididas en 18.000 antes del mediodía y otras 18.000 por la tarde. En cambio si nos decidimos por el minuto treinta, tendremos 14.400 oportunidades divididas en 24 paquetes de 600 que se repetirían una vez por hora.
Acabamos de demostrar entonces, que nos conviene arreglar el número hora, cosa que además de asegurarnos el mayor número de oportunidades de ser puntuales, le evita al otro quedarse esperando todo el día asegurándole un tiempo máximo de espera menor a trece horas.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Misión atómica

Hecho

Acompáñenme. Esta vez no sólo vamos a vivir un hecho del pasado, vamos a alterar un poco la historia. ¿Saben qué día es hoy? Sí, 12 de septiembre. El año actual no importa, tenemos que volver al 1933 y viajar a Londres. No, así no podemos ir. Descartemos la indumentaria moderna, no quiero que llamemos la atención.
Ahí está la famosa torre del reloj. Ahora tenemos que correr aguas abajo, bordeando el río Támesis. Sigan, sigan. No me van a decir que ya están cansados. Ahora doblemos a la izquierda. Vamos, que se nos acaba el tiempo. Acerquémonos a aquella plaza. Pueden descansar un poco.
Estamos esperando que aparezca Leó Szilárd, un científico húngaro. ¿No lo conocen? Bueno, tranquilos que yo vi un par de fotos. ¿Qué vamos a hacer? En el momento en que veamos que está por cruzar la calle, le vamos a preguntar la hora. No nos importa que hora es, nos interesa interrumpir sus pensamientos por un minuto.
Ahí está, andá vos. Sí, vos. Corré que tenés que llegar antes de que se le prenda la lamparita. Disculpe, preguntás vos, ¿tiene hora? What?, responde Szilárd. Excuse me, te corregís, what time is it? Entonces Leó te contesta con educación.
Ya está, cambiaste la historia. ¿Por qué? Interrumpiste al científico en el preciso momento en que se le ocurría como usar la fisión nuclear para hacer una bomba. Claro, la bomba atómica. Si no fuera por vos, dentro de unos años el tipo le iba a escribir una carta a Roosevelt e iba a iniciar el proyecto Manhattan. Y en 1945 se hubieran muerto un montón de japoneses otra vez.

martes, 27 de agosto de 2013

jeTer

Anagrama

No tenía ojos para conocer el resto del universo, pero con esfuerzo y mucha atención había conseguido entender algunas de sus propias características. No parecía lógico que un ser fuera tan desproporcionado. Ella era larguísima y muy flaca. Flaca como un fideo, pero bastante más larga. Quizás sea posible hacer fideos así de largos pero sería una gran complicación comerlos.
Sabía muy bien que estaba la mayor parte del tiempo enroscada sobre sí misma. No le incomodaba. Sí se sintió un poco rara después, cuando se dio cuenta de que alguien tiraba de uno de sus extremos y la retorcía. Después de cada vuelta una espada gigantesca rozaba su cuerpo con peligrosidad.
Su preocupación no duró mucho, cualquiera puede adaptarse rápidamente, sobre todo ante eventos que se repiten. Una vez no pasó nada, dos veces. Al rato uno asume el hecho como algo natural. Lo peor vino después, varios días después. Aunque ella no supo nunca de temporalidades.
Si en un principio estaba retorcida sobre sí misma, ahora era una especie de colección de nudos, que uno al lado del otro formaban una trama. Aunque ella no tenía idea de lo que era una trama. Y así, después de miles de torsiones, llegó después. Tubo una nueva sensación. En seguida se dio cuenta de que ya no era tan larga. No le dolió.

Cuanda alguien teje una bufanda o cualquier otra cosa, va desarmando un ovillo de lana paulatinamente, mientras la anuda valiéndose de una o dos agujas enormes.

sábado, 10 de agosto de 2013

Pies descalzos

Ficción

El aire está bastante frío y la ciudad desierta. Caminamos hacia una paradoja. Las calles vacías son extremadamente silenciosas. Cuidado con esa baldosa floja. Te manchaste el pantalón. Siempre guardan agua sucia para ponerte de mal humor.
Es importante que se descalcen. Todos tenemos que sentir la dureza del asfalto y la rugosidad de las baldosas. Ahora, mientras cruzamos una pequeña zona de tierra y césped, nos damos cuenta de que los dedos de los pies no son tan inútiles. Tenemos que llegar a aquella esquina y doblar a la derecha.
Ahí está, ¿Lo ven? Sí, es un zapato gigante. Debe tener unos diez metros de altura y los cordones son enormes sogas. Negro, de cuero, se impone en el paisaje con una gran autoridad. Quizás porque estamos muy poco acostumbrados a ver prendas de vestir de semejante tamaño.
Démosle la vuelta, tiene que haber alguna forma de subir. ¡Acá hay una escalera! Vamos, vengan conmigo. Suban. Sí, los pies duelen un poco. No, es fundamental tener los pies desnudos, ya van a entender por qué. Más rápido, que todos estamos ansiosos.
Hay muy poca luz. Enciendan las linternas. Va a ser difícil bajar, traigan una soga. Parece un zapato común, de buena calidad. ¿Quién lo habrá hecho? No, yo no vi ningún gigante por el camino, aunque es una buena explicación para una ciudad tan callada. Un gigante pudo haber asustado a todo el mundo.
Ya estamos adentro. Hace un poco de calor y a juzgar por los olores este zapato es nuevo, no debe haber ningún gigante. Caminemos hacia la punta. ¿Qué talle será? Debe ser un cuatrocientos treinta, más o menos.
Ya está. Terminó la aventura. ¿De qué se trataba? ¿No lo ven? Es la paradoja. Estamos descalzos, pero con los pies adentro de un zapato.

sábado, 27 de julio de 2013

nodutrEso

Anagrama

Pueden ver como flota. Él se siente bien y livianísimo. Aunque no sabía de su tan leve peso hasta hace poco, en ese mágico momento en el que dejó su casa y salió volando. No tiene ninguna preocupación, no porque no deba tenerla, más bien porque ignora cuál es su rol en la naturaleza.
De repente siente una brisa veloz. Se ve arrastrado hacia a algún lugar y queda pegado en la superficie de alguien. O de algo. No puede saberlo. Está adherido a un líguido denso, ubicado en una especie de cañería. Lo sabe porque el aire sale y entra repetidas veces.
Podría deducir algunas cosas pero no sabe nada de mecánica de fluidos. Ni sabe que el aire es un fluido. Quizás necesitaría saber algo de anatomía o biofísica. Estando en la nariz de alguien la información zoológica puede ser de utilidad.
Ahora nota una pequeña diferencia. El aire se mueve en el mismo sentido que lo llevó hasta allí, pero lo hace un poco más rápido. ¿Un cambio de clima? Digamos que si existe meteorología a ese nivel tiene otros desastres naturales.
El aire vuelve a salir, pero lo hace tan rápido que él sale despedido envuelto en parte de ese líquido viscoso que lo mantenía adherido. Si hubiera tenido un corazón se moría del susto, pero terminó disfrutando de la súbita aceleración. Alcanzó una digna velocidad final, un poco más de ciento cincuenta kilómetros por hora.
En el exterior ya no fue tan liviano, el líquido que tenía pegado hizo que cayera rápidamente. Se dio un gran golpe contra el suelo y quedó estático durante unos cuantos días. Estaba tranquilo, aunque no sabía que su misión en la vida había sido un completo fracaso.

Si un grano de polem entra en una nariz, muchas veces desencadena un estornudo. Se trata de un acto reflejo durante el cual, aproximadamente dos litros de aire son primero inhalados y luego expulsados rápidamente.

miércoles, 24 de julio de 2013

Apolo 11

Hecho

Espero que no los descompongan las olas del océano pacífico. En un rato van a confirmar que vale la pena estar acá. ¿No les gusta el mar? Pero el espacio supongo que sí. ¿A quién no le gusta el espacio?
Hoy es 24 de julio de 1969. Hace apenas unos días el hombre pisó la Luna. Emocionante. Ya adivinaron, ¿no? Estamos esperando que esos valientes lleguen de nuevo a nuestro planeta. En cualquier momento, el ladrillo que los transporta se chocará con la atmósfera.
A cuarenta mil kilómetros por hora. Sí, rapidísimo. No, es cierto. Inicialmente no iban a caer acá, pero hubo algunas complicaciones climáticas. Prendamos la radio de Houston, así escuchamos bien todo.
Parece que viene todo bien, pero se corta la comunicación. Claro, lo que pasa es que la energía cinética de la nave se disipa en calor cuando la atmósfera le ofrece resistencia. Llega como a tres mil grados centígrados. Sí, cocinás cualquier cosa. Con el calor parece que se forma una capa de aire ionizado que corta todas las transmisiones.
Ahí vuelven a hacer contacto. Ahí está, ¿la ven? Ahora se mueve a unos pocos cientos de kilómetros por hora. Se abren los paracaídas. ¡Qué belleza! Cae con mucha elegancia. Una pequeña caída para el módulo, una gran caída para la humanidad.
Quedamos un poco lejos, ni oímos el ruido del impacto contra el agua. Ya no hay mucho más que ver. ¿Cómo sigue? Ahora los van a dejar en cuarentena. ¿Que cómo sé? Es que yo vengo del futuro. Qué se yo, no deben querer que haya una epidemia de gripe espacial.

viernes, 28 de junio de 2013

Ondas vs. meniscos

Divague

Nadie hubiera podido predecir las terribles consecuencias que ocasionarían los teléfonos celulares en las rodillas humanas. Es que el cambio de conducta que provocan los nuevos inventos y el avance de la tecnología no siempre puede predecirse.
Habrán notado ustedes que la gente que hoy circula feliz, caminando con teléfonos inteligentes entre sus manos, hace tiempo dejó de caminar derecho. Pensarán inicialmente que no tiene importancia. Que da lo mismo caminar en línea recta que dibujar ondas sinusoidales en el suelo. Pero no es así.
Aún cuando descartemos el problema de los impactos intercorporales, me refiero a las personas que se chocan unas con otras por tener la vista fija en una pantalla táctil y no mirar hacia dónde van, el incremento de la distancia caminada es notable.
Es de público conocimiento que la trayectoria más corta entre dos puntos es la línea recta. Claro que algunas películas de ciencia ficción han sugerido que en realidad la mínima distancia entre dos puntos es siempre cero porque es posible curvar el espacio y cerrarlo sobre sí mismo. Ahora bien, si un individuo de sexo cualquiera camina mirando su teléfono, desviándose de la recta periódicamente tan sólo cinco centímetros a cada lado, y lo hace con una longitud de onda de veinte centímetros, el incremento de la distancia recorrida es del cincuenta y siete por ciento. Puede calcularse fácilmente recurriendo a la famosa fórmula que reza pi por diámetro.
Esto es bastante terrible si se asume que una persona promedio que antes caminaba unos 360 kilómetros al año, hoy recorre más de 560. Sin duda, este hecho provocará una aceleración considerable del desgaste de los meniscos, esos cartílagos que tenemos en la rodilla. Quizás en unos años, no alcancen los cirujanos y traumatólogos.

jueves, 27 de junio de 2013

Manual slide show

Proceso

Debido a que el acceso a portarretratos digitales y computadoras aún no es total, creo importante diseñar un método que permita realizar una de esas presentaciones en que las fotos pasan de a una, pero con fotos comunes y corrientes de las que se imprimen en papel.
Aunque imprimir fotos no es precisamente barato, siempre cuesta menos que un portarretratos digital o una computadora. Así que lo primero que hay que hacer es imprimir un conjunto finito de fotos, porque un conjunto infinito ocuparía tanto lugar que no entraría en ninguna casa.
Deben tener todas el mismo tamaño y es recomendable que tengan la misma orientación, esto evitará tener que rotar las fotos repetidamente. Entonces sólo hay que apilar las fotos y colocarlas, una a atrás de la otra, en un estante o una repisa.
Ahora sólo queda poner en funcionamiento la presentación. Tras calibrar su reloj, el dueño de casa tendrá que acercarse a la pila de fotos una vez por minuto tomándolas con sus manos y pasando la primera al último lugar. Esto produce una presentación secuencial que dura la cantidad de fotos multiplicada por un minuto. Para lograr duraciones más amplias existen dos posibilidades. La primera consiste en imprimir más fotos del mismo tamaño y la segunda en cambiar la foto con intervalos más largos.
Con este incómodo método, que implica el sacrificio de uno de los habitantes de la casa, quien queda condenado a correr hasta donde estén las fotos una gran cantidad de veces por día, logramos que las presentaciones secuenciales de fotos superen las crueles limitaciones digitales y puedan adornar la vida aunque no tenga electricidad.

viernes, 31 de mayo de 2013

Nombre variable

Divague

Definitivamente es mejor llamarnos por el nombre. Existe un hecho muy extendido al menos en el mundo occidental, que es el único que llego a oír porque el sonido no viaja tanto. Llamamos mamá a nuestra madre aunque tiene un nombre. Llamamos abuelo al padre de nuestra madre a pesar de que tiene un nombre. Entonces nuestro abuelo habla con nosotros de su mujer diciéndole abuela, pero cuando habla con sus hijas, le dice mamá.
Este tipo de recurso oral, consistente en el etiquetado variable de un mismo sujeto, es potencialmente confuso. Para entender de qué estamos hablando sólo hace falta detenerse un momento y considerar este mismo tipo de comportamiento lingüístico fuera del ámbito familiar. Imagínense si dijéramos computadora cuando hablamos con nuestros amigos, pero designáramos la misma cosa como máquina de escribir al hablar con nuestra tía. ¿Y si al hablar con nuestros padres le dijéramos palangana?
El nombre es la forma más precisa de designar a un individuo. Si en vez de referirnos a una persona como mamá, abuela o mujer le decimos María, entonces usamos una sola palabra cuando antes usábamos tres. Entonces todo es mucho más claro para todos.
Pensarán algunos que decirle María a su mamá resulta un poco raro, sobre todo si no se llama así. Quizás les suene poco cariñoso, frío. Pero sepan que si llaman a la gente por su nombre las personas a su alrededor podrán disfrutar un mínimo de ahorro de energía cerebral.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Piedra de cerveza

Proceso

Hasta hoy compraban botellas de cerveza sin saber cómo se produce tan antigua bebida. Pueden creer que lo saben, pero han sido engañados por los gobiernos del mundo, que ocultan la verdad. Incluso pueden tener amigos que dicen preparar cerveza en la cochera de su casa. Pero esto no es cierto, no son más que agentes secretos infiltrados en sus vidas con la misión de mantener oculto el misterio.
La cerveza es una bebida geológica extraterrestre. Geológica porque sale de una piedra y extraterrestre porque viene de un planeta muy lejano, Oto de la galaxia Jeineken. Se trata de un planeta habitado por unos muñecos verdes ubicado a unos cuarenta años luz detrás de la Luna.
Fueron los antiguos babilonios los primeros en establecer un convenio comercial intergaláctico con los habitantes de Oto para el abastecimiento de cerveza en nuestro planeta. Pronto los egipcios continuarían con la fructífera relación comercial.
Desde entonces se instalaron supuestas fábricas de cerveza por todos lados. En realidad producen licor de melón. Una bebida no tan popular entre los humanos, pero muy codiciada en el planeta Oto. Se preguntarán ustedes cómo enviamos el licor de melón tan lejos. La verdad no tengo ni idea. Lo que sí les puedo contar en cómo llega la cerveza a nuestro planeta.
Una piedra rica en birra es extraída del subsuelo del planeta Oto y luego lanzada hacia la tierra con una fuerza descomunal. La roca al salir de la atmósfera de Oto comienza a licuarse. Viaja a una velocidad increíblemente elevada, recorre 290 kilómetros en una milésima de segundo. Es el viento solar el que va frenando la cerveza mientras se acerca a la tierra. Al acercarse al suelo, la cerveza se calienta tanto que sufre una pasteurización atmosférica.
Existen evidencias documentales que confirman que en la época en que los egipcios dominaban el mundo, cada vez que un envío alcanzaba el planeta, llovía cerveza durante semanas. Hoy en día, gracias a un sofisticado embudo magnético, la bebida puede enviarse a las respectivas plantas de embotellamiento, donde miles de camiones quedan atorados.

lunes, 29 de abril de 2013

Ruedas con cables

Hecho

Pónganse acá atrás mío. Agárrense de la soga y no se suelten, que los viajes en el tiempo son algo peligrosos. ¿Ven como las agujas de sus relojes corren para atrás? Bien, la verdad es que cada vez nos cuesta menos hacer estos viajes. Así llegamos al año 1882.
Nos encontramos en Berlín. Es 29 de abril y tenemos que movernos rápido si no queremos perdernos un evento sin precedentes. En el barrio de Hallensee hay un inventor muy famoso que está por poner a prueba una cosa bastante rara. Una especie de auto, pero eléctrico, que como no tiene baterías necesita estar conectado a un cable todo el tiempo.
Ya estamos en el lugar. ¿A quién buscamos? Tenemos que encontrar a un hombre adulto, de unos 66 años. Usa unos lentes muy parecidos a los que dentro de muchos años va a usar John Lennon. Algo canoso, siempre elegante, suele andar por ahí con un tremendo bigote.
Ahí está. ¿Lo ven? Ese hombre es el célebre Ernst Werner von Siemens. Inventor alemán que se dispone, en este mismo momento, a probar su nueva creación. ¿Cómo se llama? Electromote. Es un auto que se engancha a un cable que cuelga entre postes. Anda con dos motores eléctricos. La verdad que no va muy rápido, pero se mueve.
Ahí viene don Siemens. ¿Qué nos puede contar de esta nueva invención? Electromote, nos cuenta, ist ein neues Fahrzeug mit festen Routen. Pero como no entendemos nada de alemán lo dejamos tranquilo. No hay mucho para decir. Quizás valga la pena mencionar que dentro de unos años, este vehículo resultará un antecedente del trolebús, que aún circula en algunas ciudades de nuestro país.

domingo, 14 de abril de 2013

Chocolate modulado

Ficción

No habían resultado bien las cosas para Matías la última vez. Recordarán ustedes que en un intento desesperado por llamar la atención en su clase de música, relacionó la armonía con la química y explotó todo por el aire. Esta vez estuvo bastante más tranquilo.
La armonía está llena de cosas raras, en su gran mayoría, ideas especulativas que intentan explicar la estructura de la música y qué tan tensa está. Quizás uno de los conceptos más reales y tangibles de la armonía sea la modulación. Una música que viene girando alrededor de un centro tonal como si fuera un planeta, ya sea de manera abrupta o paulatina, sale disparada de su órbita hasta que otro planeta tonalidad la obliga nuevamente a dar vueltas.
Después de hacer explotar aquel laboratorio con un acorde de séptima disminuida, Matías recurrió a la relatividad general para explicar la armonía, pero como a nadie le gusta la física no le entendieron nada. Así que decidió buscar recursos pedagógicos seguros y tangibles. Fue entonces cuando se le ocurrió hacer comer a los alumnos.
Llegó al aula con dos bolsas. Una con pequeños pedacitos de chocolate semiamargo y la otra llena de maní sin sal. Hoy vamos a estudiar el concepto de modulación en el marco de la armonía tonal, explicó brevemente. Por favor, rogó a sus alumnos, coman un pedacito de chocolate lentamente. ¿Terminaron? Muy bien, ahora cómanse un maní.
Los alumnos pudieron sentir el gusto a chocolate, quedando un residuo de este al terminar de tragarlo. Entonces comenzaron a masticar el maní. Sintieron gusto a maní con chocolate. Poco a poco, el maní se hizo más fuerte. Al final todo era gusto a maní. Definitivamente, pocas veces se han visto vivencias sensoriales tan precisas ilustrando procesos modulatorios.
Lo más curioso de este asunto resultó ser que Matías renunció a sus clases inmediatamente después de lo del maní. Se puso un restaurant con un amigo. Se dedican a la cocina modulatoria. Es un éxito gourmet.

jueves, 28 de marzo de 2013

Hologramas vs. fantasmas

Metanoticia

Infrecuente lío el que se armó durante los últimos días en la ciudad de Buenos Aires. Curiosamente, nada tiene que ver con presidentes, políticos ni papas. Se trata de la preocupación expresada por la Cámara Argentina de Fantasmas y Espíritus para el Susto (CAFES, no confundir con cafés).
Los integrantes de dicha institución, todos ellos fantasmas de muertos humanos con excepción de un solo espíritu que nunca tuvo vida corpórea, se mostraron preocupados por el incesante avance de la tecnología. Ya las pantallas de diodos emisores de luz repartidas por todos lados dificultaban su labor. Según dicen, por los reflejos, la gente no los ve. Si no los ve, no se asusta.
Estamos muy preocupados por nuestras fuentes de trabajo, expresó el vocero de CAFES, tememos que la tecnología holográfica esté lista muy pronto y así perderemos el privilegio de ser los únicos espectros. El fantasma se refiere a la posibilidad cierta de que en un futuro cercano los hologramas sean moneda corriente. Imagínense un mundo, continuó, en el que no sólo se vean fantasmas si no también hologramas tradicionales de gente famosa publicitando distintos productos.
Los miembros de CAFES analizan la posibilidad de tomar medidas. En principio se descartan medidas de fuerza gremial, ya que no estaría claro a quién reclamar mejoras en las condiciones laborales. Los sectores más radicales amenazan con asustar a una mayor cantidad de gente las próximas semanas, buscando un aumento considerable del stress de la población.

sábado, 23 de febrero de 2013

Grito al signo

Discusión

Rodrigo, te digo que no conviene gritar demasiado. Cuando sos un personaje literario, si levantás la voz llenas la hoja de rayas. ¿Quién te dijo a vos eso? Mirá como grito. Hola! Hola!! Escuchen mis alaridos!!! A vos te debía ir bastante mal en lengua. Escribís en castellano, los gritos se señalan al principio y al final. ¡Así!
No sé de que estás hablando. Yo sólo grito. ¡Quiero que me escuchen! Ahí está mejor, corregiste el tema de los signos. ¿Qué signos? Esos palitos con un puntito arriba o abajo, según convenga. No entiendo lo de los palitos. Es que somos personajes de literatura. Nos escuchan cuando nos leen. Y cuando la gente lee, ve letras y palitos.
¿Qué pasa si tomo mucho aire y grito más fuerte que nunca? Posiblemente hagas un despiole. ¡¡¡¡¡Vamos Argentina!!!! ¿Ves que terminás ocupando una gran parte del renglón con palitos? Es bastante molesto de ver. Además, fíjate que te pinchaste al final, porque adelante hay más palitos que atrás. Así que me pinché. Mirá quien habla, vos no te gritaste nada. Muy de literatura, pero un débil total.
Por favor, no hay ninguna necesidad de ser agresivos. Yo estoy cómodo hablando sin gritar. Claro, debe ser porque estás mal de la garganta. Todo hecho de literatura, pero bastante mediocre. Mirá que la familia Buendía, el Quijote o Fernando Vidal Olmos son mucho más famosos y seguro se animarían a gritar.
No me hables de Fernando que es un personaje muy violento. En cuanto a los Buendía no sé bien quién es quién. Viste que el árbol genealógico de esa familia sí es complicado. El quijote no sé quién es. Vos sos un aburrido. ¡¡¡¡¡Sos un aburrido!!!!!!!! Ahora terminé más fuerte que al principio.

viernes, 15 de febrero de 2013

Alma discreta

Divague

Estoy en condiciones de explicar los problemas del mundo. Sobre todo la muerte. Es que todo puede explicarse con una gran facilidad si se piensa en el momento en que dios creó el universo. Como muchos habrán oído, la divinidad trabajó duro una semana y al séptimo día descansó. Asumamos que se jubiló. Esto puede explicar casi todo.
Saben ustedes que este ser omnipotente empezó por separar la luz de la oscuridad, cosa que fue bastante difícil, ya que estaban muy pegaditas. También creó montones de animales. Pero lo más importante que hizo fue fabricar un enorme número finito de almas. Sí, dije finito. O sea que hay almas para tirar al techo, pero son un recurso no renovable.
A partir de este único hecho, al considerar que la cantidad de almas disponibles en el universo es finita y agotable, podemos entender la necesidad de la muerte como un recurso indispensable para la dinámica reencarnativa de la vida. Ya hace mucho tiempo, los orientales se dieron cuenta.
Imaginemos un grupo de sujetos hace millones de años. Ahí los vemos. Están todos contentos porque son inmortales. Ahora supónganlos aburridos, tan aburridos como para sentir la necesidad de matar el tiempo con relaciones sexuales. Es fácil ver como la población de este hipotético grupo de sujetos crece. Sigue creciendo.
Un buen día un nuevo individuo es concebido y el primer hombre muere. Todos se asustan sin comprender lo que sucede. Pero ahora, para nosotros, todo es claro como el agua. Una vez alcanzado el número disponible de almas, al ser concebido un nuevo individuo, automáticamente, y para que no pierda continuidad este increíble sistema dinámico que es la vida, algún individuo muere. No es fácil predecir cuál de todos recibe el premio de morirse.
Así que cuánto más larga sea nuestra vida, más gente se tiene que morir. Incluso, si se amontonan las concepciones, pueden ser necesarios distintos desastres naturales. Es una forma que tiene el cosmos de ocultarnos lo que sucede. Matarnos con meteoritos, terremotos y erupciones.

viernes, 18 de enero de 2013

Máquina de hielo

Proceso

Merece la pena detenerse en la fabricación de esos cubitos de hielo que vienen en grandes bolsas para meter en barriles llenos de botellas. Es que se trata de un producto que habiendo sido producido por miles de empleados casi esclavos durante años, hoy se produce con la más alta tecnología y métodos automáticos.
Hace ya tiempo que la planta de estos cubitos de hielo dejó de ser un congelador gigante en el que miles de operarios llenaban y vaciaban cubeteras, de esas que tienen un palito en el medio y hacen hielo tubular. Los dueños de la fábrica quisieron modernizarse y por eso consideraron otros procedimientos.
Pensaron, en algún momento, en poner todas las cubeteras en el suelo y rociar la planta con nitrógeno líquido, congelándolo todo al instante. Pero era un poco peligroso y además necesitaban continuidad en la línea de montaje.
Así fue como se decidieron por el mecanizado. Hoy el proceso de producción comienza en una gran pileta llena de agua a la que se mantiene bastante fría, entre 5 y 10 grados. Por uno de los extremos, se conecta a unos rodillos super fríos que van chupando agua. Así se obtiene, por extrusión, una barra continua de hielo de 7 centímetros de espesor por 2 metros de ancho. Luego se cortan bloques de 6 metros de largo con los que continúa el proceso.
Se los coloca en unas mesas muy grandes y ahí mismo, con gran velocidad, una fresa con control numérico computarizado, come todo el hielo que sobra dejando por cada placa, unos 4800 cubitos cilíndricos con un agujero en el medio. En seguida el producto es envasado en las tradicionales bolsas de hielo y el material sobrante, que se derrite lentamente (porque en la fábrica siempre está prendido el aire acondicionado) es llevado en unas carretillas hasta la pileta, aprovechándose el agua en su totalidad.
La próxima vez que compren una bolsa de hielo, sepan que muchos de esos cubitos son reciclados. Gran compromiso ambiental el de esta fábrica.

martes, 8 de enero de 2013

Ojos telescópicos

Hecho

¿Tienen todo listo para el viaje? Vamos, que no podemos llegar tarde. Los viajes en el tiempo son muy complicados. Tenemos que retroceder cuatrocientos tres años. ¿Todos tienen los documentos? Yo sabía que íbamos a salir a cualquier hora.
Acá estamos, en Europa. Año 1610, 8 de enero. Tardamos tanto en comenzar el viaje que nos falló la sincronización. Se suponía que llegaríamos ayer, 7 de enero, por la mañana. Pero hicimos un viaje más corto. Ya no podremos ver a nuestro perseguido científico mirar por el telescopio. Vamos a buscarlo para que en persona nos cuente qué descubrió. ¿Alguien sabe a dónde vive? Lo suponía. Vamos a caminar todos juntos que seguro lo cruzamos. Es cuestión de estadística literaria, los personajes siempre se encuentran.
Allá está, gritémosle. Galileo, Galileo Galilei. Ahí se dio vuelta, corramos. Hola, es un gran honor conocerlo. ¿Ustedes quiénes son? Somos curiosos que venimos desde muy lejos, queremos que nos cuente qué fue lo que vio ayer con su telescopio. ¿De dónde sacaron esas ropas? Son trajes tradicionales chinos (mejor no explicarle lo del futuro y todo eso). Bueno, todavía no sé bien qué descubrí. Miré para allá, señaló con el dedo bien estirado, y pude ver unas estrellas, todavía no sé bien si son tres o cuatro. Lo extraño es que no están quietas, giran alrededor de Júpiter (si le contamos lo del bosón de Higgs le explota la cabeza).
Acaba usted de realizar un descubrimiento que quedará en la historia de la ciencia, lo felicitamos. ¿Por qué tiene esa cara de preocupado? Es que siempre que uno descubre algo nuevo tiene que ponerle nombre. No se me ocurre ninguno, creo que les pondré Júpiter I, II, III y IV. Parecen nombres un tanto aburridos. Mejor nosotros lo ayudamos. ¿Se les ocurre algún nombre? Europa. Vos sí que sos original. Calixto. Ese suena bien. Ío. ¿Te agarró hipo? Ganímedes. Ahí están los cuatro, ¿Qué le parecen Galileo? Mejor que se llamen un, dos, tres, cuatro.
Bueno, tenemos que irnos. Esperamos que pueda hacer grandes avances a partir de estas últimas observaciones. ¿Sabe a dónde está el aeropuerto? ¿Cómo dice? Perdón, es que se me escapó una palabra en chino. Suerte Galileo, que le vaya bien.
Linda aventura. Aunque la próxima vez espero que ninguno se olvide los documentos. ¿Que cuántos años de vida le quedan a Galileo? Se va a morir justo un 8 de enero, pero dentro de treinta y dos años, o hace trescientos setenta y uno.